![]() |
Primer y último amor! |
Una de las cosas, entre otras muchas, que hace que la música Heavy Metal resulte única, es la capacidad de llegar a lo más profundo de tu ser y hacerte sentir invadido por una entidad poderosa que te hace, por poner un ejemplo, mover la cabeza extaseado por un ritmo sin precedentes, cantar intentando emular al frontman que en ese momento suena o disfrutar cada sorbo de cerveza como si fuese el primero mientras en los altavoces vomitan sin descanso, un sonido puramente, ya, celestial. Sin ser demasiado retóricos, ¿Quién no ha hecho Air Guitar como un poseso, ha chillado el estribillo de ''Painkiller'' o ha tocado el cielo con el riff inicial de ''Killed by death''? Todos aquellos que hemos entrado en contacto con la maravillosidad y la elocuencia lograda del magnífico sonido de la bestia, más tarde o más pronto, hemos sentido aquella sensación tan dulce y añorada que sentimos cuando el silencio de la canción que va comenzar te invade hasta el primer acorde continuando hasta el último. Se trata de pararse a reflexionar un momento y pensar, y evocar todo aquello tan positivo que te trajo este rollo y mirárselo con sumo cariño, como haría un pintor con su obra o un arquitecto con su edificio. Darse cuenta que la música representa siempre una vía de escape de tu realidad diaria y que te permite cerrar los ojos y adentrarte en un estado de placidez tan rotúndamente cojonudo que uno no querría salir. Darte cuenta de que disfrutas como nunca y siempre sin querer que esto se acabe. Bueno en estas lineas, resumo una especie de ''Oda'' motivada por la absoluta admiración que como aficionado y como fanático me proporciona este sonido. Hoy por hoy, así como muchos de vosotros, estoy convencido de que la llama no se apagará, por que media vida entonces, se iría con ella...